Aunque la moda ocupa un lugar muy especial en mi corazón, lo cierto es que hay mucho más espacio para otras pasiones: una de ellas, seguramente por herencia de mi papá, es disfrutar de algunos deportes, específicamente del tennis, fútbol americano y automovilismo. Y hoy hablaremos un poco de este último ya que justo la semana pasada tuvimos al Gran Premio de México, al cual asistí en 2017 y, he de decir, que se convirtió en una de las mejores experiencias en mi vida. No solo la ciudad sino el país entero se inundó en apoyo al piloto mexicano de la Fórmula 1, Checo Pérez, después de su unión a la escudería Red Bull, por lo que sus oportunidades de alcanzar el podio se incrementaron este año. El furor llegó a tal grado que, incluso, miles de personas se robaron los ‘Checos de cartón’ en establecimientos como Telcel o gasolinerías.
Sin embargo, en las últimas vueltas de la carrera, el mexicano se enfrentó por el segundo lugar con uno de los pilotos tanto más queridos como odiados: Lewis Hamilton, quien, junto con Michael Schumacher, es el máximo ganador de campeonatos del mundo (7). He de admitir que cuando de la pista se trata, Hamilton no suele ser mi favorito: pero, cuando estamos fuera de ella y hablamos de moda, no hay mejor en la parrilla que él. Y es que creo que el hecho de que no sea nuestro corredor favorito suele impedirnos ver lo bueno que él aporta a otros campos, lo que termina en que lo subestimemos, ya que son vastas las cuestiones que podemos analizar a partir de su estilo.
Comencemos con que el piloto británico tiene grandes propuestas en su estilo streetwear, mismo que lo diferencia con el resto de la parrilla, ya que no tiene miedo en atreverse a utilizar prendas fuera de lo establecido. Esto puede también notarse con la elección de estilista, Law Roach, quien destaca por su exuberante gusto y viste a celebridades de la talla de Zendaya, quien recientemente fue galardonada como icono de la moda. Es entonces que se sabe cercano a la moda, por lo que no dudó en hacer su colaboración con Tommy Hilfiger, su reciente aparición en el desfile de Balenciaga o atender a eventos como la Met Gala, además de siempre tener presentes las marcas de lujo y los nuevos conceptos que estas proponen. Por ejemplo, como aquel look monocromático en azul con falda escocesa de Burberry que portó en el Gran Premio de Turquía, el cual levantó gran apreciación por parte de los amantes de la moda.
Sin embargo, esto no parece ser lo mismo cuando de su entorno deportivo se trata, ya que los comentarios de: ‘¿cómo es que lleva falda?’ y tildándolo de algunos insultos no se hicieron esperar. Fue el caso del comentarista de ESPN, Juan Pablo Fernández, quien twitteó: ‘Si eso es la moda, pues estamos j*didos, ahora resulta que los hombres se tienen que vestir como mujeres, vaya ridículos’, haciendo alusión al look de la Met Gala de Hamilton. O, por nombrar otro ejemplo, el titular del periódico El Heraldo, el cuál dice ‘Lewis Hamilton, entre el ridículo y estar a la moda…’. ¿Por qué habríamos de suponer que un hombre es ‘ridículo’, palabra que en ambos casos se repitió, por atreverse a usar una falda? La historia ya nos ha dicho que esta prenda ha sido utilizada desde hace siglos por los hombres en diversas culturas aunque, claramente, no en aquella machista que sigue predominando tanto en nuestros días como en el deporte mismo. Porque nadie está diciendo que debes alabar un look si este es propositivo: si no te gusta, simplemente no te gusta y ya, eso es algo normal; sin embargo, insultar a una persona por esa razón nunca será correcto.
Esto también nos lleva a otra situación por la que el piloto atraviesa: el latente racismo, mismo que ha estado presente tanto en aquellos insultos por su estilo como por el deporte en sí. Sin embargo, Hamilton es consciente de esta problemática y, por ello, es que constantemente se une a causas que apoyen la erradicación de la misma, como lo fue en 2020 con Black Lives Matter. Y con ello me gustaría regresar a la Met Gala de este año, ya que sorprendió con un diseño de Kenneth Nicholson aparentemente simple con un traje negro y una camisa blanca con transparencia, la cual emergía por debajo del blazer en la pierna izquierda. Pero no solo se limitó a ello, sino que gastó 30 mil dólares para dar una mesa dentro del evento a tres diseñadores afroamericanos emergentes y muy prometedores: Kenneth Nicholson, Jason Rembert (Aliette) y Edvin Thompson (Theophilio), quien recientemente ganó como Diseñador Americano emergente en los CFDA Awards. Es entonces que no solo somos testigos de su compromiso con la moda, sino también por hacer de ella una más inclusiva y con mayor diversidad.
Me gustaría finalizar con que su look de Cass Black Bird para la portada de la revista WSJ… me resulta uno magnífico y fue una de las principales razones por las que decidí dedicarle esta columna. Así que, efectivamente, aunque cuando compite contra Verstappen y Checo pueda resultarme molesto, lo cierto es que mi admiración por este emergente icono de estilo incrementa día con día y, seguramente, así seguirá haciéndolo.
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