Las protestas comenzaron luego de que se hiciera pública una serie de denuncias por parte de los alumnos del IA, quienes afirmaban que la directora no estaba cumpliendo con sus responsabilidades y que su gestión era opaca y poco transparente. Además, acusaron a Paulin Ríos de abuso de poder y de tomar decisiones unilaterales sin tener en cuenta la opinión de la comunidad universitaria.
Ante estas acusaciones, los estudiantes decidieron tomar medidas drásticas y se apoderaron del edificio del Instituto de Artes, impidiendo el acceso a todo el personal, incluyendo a la directora. Desde ese momento, se estableció un campamento de protesta en el lugar y se realizaron distintas actividades para hacer visible su exigencia.
La situación se volvió tensa y generó una gran polémica en la comunidad estudiantil y en la sociedad en general. Los alumnos del IA recibieron muestras de apoyo de estudiantes de otras facultades de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, así como de grupos sindicales y de organizaciones civiles.
El conflicto se prolongó durante semanas, sin que las autoridades universitarias tomaran una postura clara al respecto. Sin embargo, las presiones aumentaron y finalmente la directora presentó su renuncia.
Tras hacerse pública la dimisión, se espera que las autoridades universitarias tomen medidas para dar respuesta a las demandas de los estudiantes. Entre las principales exigencias, se encuentra la designación de un nuevo director que tenga la capacidad de garantizar una gestión más transparente y participativa.
Además, los estudiantes piden que se realice una auditoría para investigar las presuntas irregularidades cometidas por la antigua directora y que se tomen las medidas necesarias para evitar que situaciones similares se repitan en el futuro.
Por su parte, las autoridades universitarias han anunciado que iniciarán un proceso de diálogo con los estudiantes para escuchar sus demandas y buscar soluciones conjuntas. Además, se comprometen a garantizar la normalidad académica en el Instituto de Artes y a respetar el derecho a la libre expresión de los alumnos.
Sin embargo, los estudiantes se mantienen firmes en su postura y afirman que no levantarán el paro de actividades hasta que se cumplan todas sus demandas. Asimismo, advierten que si las autoridades universitarias no toman en serio sus exigencias, estarán dispuestos a llevar a cabo más acciones de protesta.
La renuncia de María Teresa Paulin Ríos como directora del Instituto de Artes de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo marca un precedente importante en la lucha estudiantil por una educación más transparente y participativa. Este acontecimiento evidencia la importancia de escuchar las voces de los estudiantes y de trabajar en conjunto para construir un futuro mejor para la educación en México.