El imponente volcán Popocatépetl ha despertado nuevamente, mostrando signos preocupantes de actividad volcánica. Según el último informe del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), se han registrado 70 exhalaciones, acompañadas de 947 minutos de tremor de alta frecuencia y baja a muy baja amplitud. Estas manifestaciones han generado una emisión continua de vapor de agua, gases volcánicos y ceniza, amenazando con afectar diversas regiones.
Las autoridades, en alerta máxima, han emitido recomendaciones para proteger a la población de los posibles efectos nocivos de esta actividad. Se insta a los residentes a resguardarse, proteger las fuentes de agua y cerrar herméticamente puertas y ventanas para evitar la entrada de ceniza en los hogares. Se aconseja también colocar materiales absorbentes bajo las puertas para evitar filtraciones.
El modelo HYSPLIT ha indicado que la ceniza podría dispersarse hacia el oeste de Atlixco, y alcanzar los estados de México, Morelos, Ciudad de México, Guerrero y Michoacán. Ante este escenario, es fundamental que la población esté preparada para hacer frente a las consecuencias de una posible caída de ceniza.
El Semáforo de Alerta Volcánica se encuentra en Amarillo Fase 2, lo que significa que se esperan explosiones de menor a moderada intensidad, lluvias de ceniza leves a moderadas en áreas cercanas y la posible formación de lahares debido a la acumulación de ceniza y las lluvias pronosticadas en las próximas semanas.
Es crucial que la población esté atenta a las indicaciones de las autoridades y siga las medidas de seguridad establecidas para protegerse a sí misma y a sus comunidades de los potenciales riesgos asociados con la actividad volcánica del Popocatépetl.
