Un partido en el que al igual que contra Australia sufrió, y no pudo sacar la victoria.
Siete cambios son los que presentó Jaime Lozano en su once inicial para este compromiso y aún así los resultados no fueron lo que primordialmente se esperaba, que era ganar. Fue un partido en el que el combinado nacional comenzó perdiendo al minuto 17 con gol de Bobur Abdijholikov, que le ganó la espalda al «Tiba» Sepúlveda y remató de cabeza para poner el balón en el ángulo superior de la portería de «Memo» Ochoa que se lanzó, pero solo alcanzó a rosarlo.
Cinco minutos después vendría la respuesta con gol de Raúl Jiménez que rompió con su mala racha de dos años sin anotar por vía de una jugada.
Pero, cerca del final del primer tiempo, Uzbekistán le robó el balón en la media cancha al mismo Raúl Jiménez y lo condujo hasta el área de Ochoa, que poco pudo hacer con el disparo cruzado de Turgunboev que terminó en el fondo de las redes.
Para la segunda parte vinieron los cambios, desde la defensa hasta la delantera, pero fue hasta el minuto 80 cuando se vieron reflejados en el marcador con el gol de Raúl Jiménez, que además, estaba convirtiendo su doblete. Nueve minutos después aparecería Uriel Antuna que fue uno de los revulsivos, para poner el tercero y darle la vuelta al marcador, que parecía, iba a quedar a favor del cuadro tricolor.
Sin embargo, en el agregado de los noventa minutos, Uzbekistán cobró un tiro libre en los linderos del área, que con cierto grado de complicidad de Ochoa, provocaron que el balón terminara dentro de la portería, quitándole la sonrisa al equipo mexicano.
Tanto el partido contra Australia como este ante Uzbekistán, dejaron mucho que analizar en todas las posiciones del campo de juego, temas que ya conocemos y que seguramente Jaime Lozano y su cuerpo técnico harán lo propio para tratar de solucionarlos.
