julio 26, 2024
Noticias Hidalgo

Artesanía de las canastas

Son técnicas milenarias que han pasado de generación en generación, las manos son la principal herramienta, la creatividad, fundamental para lograr algo inigualable, son productos que no tienen marca como los productos convencionales del mercado, y eso, es lo que las hace especiales y únicas, así es la artesanía de las canastas, cada una con un pedazo de amor y dedicación del artesano que las elabora, diseño, color, forma, textura, todo viene de la creatividad de estas personas.
El señor Julián es un artesano originario de la comunidad de Gandhó, en el municipio de Tecozautla, Hidalgo, desde los doce años se dedica a la elaboración de canastas., con sus manos ha hecho cientos de diseños y en cada uno ha dejado parte él dándoles un toque único. Comenzó elaborando tortilleros cuando apenas iba en la primaria, el señor Ángel, su papá, fue su mentor, le enseñó las técnicas de un trabajo honrado, humilde, laborioso, pero que ha sido base fundamental para llevar el pan a la mesa.
Julián nos platica que el proceso comienza desde conseguir el material., la vara portuguesa la compra ya limpia en una distribuidora en Tequisquiapan, Querétaro, pero para conseguir la jara y el sauz viaja junto con un grupo de artesanos de la comunidad hasta el estado de Zacatecas, allá lo consiguen en los “bordos” o “ríos”, tienen que cortarlo y cargarlo a la camioneta, son aproximadamente tres días en ir y venir, un viaje de estos en una camioneta tipo F-150 cuesta 12 mil pesos.
Una vez que llegan con la carga, la llevan a un balneario conocido como el geiser que tiene una zona en donde sale vapor, lo que hacen es colocarla en esta zona para que se facilite quitarle la cascara y limpiarla, después se acomoda y se amarra por manojos, ya cuando la va a utilizar la mete en agua para que se ponga suave y no se quiebre al momento de realizar la canasta. Algunas llevan fondo de madera y en otras utiliza la raíz de sabino o sangregado, este lo va tejiendo al momento que se va haciendo la canasta para que quede perfectamente unido.
En las que utiliza la madera lo que hace es clavar la vara en el marco de la madera con clavos pequeños para que no se quiebre o se abra, una vez hecho esto, ahora si comienza con la elaboración del producto entretejiendo cada una de las varas. Lo último que coloca es el asa, está la hace colocando 4 o 5 varas en cada lado de la canasta desde la base y las entreteje para que quede reforzada. El proceso de elaboración puede ser distinto dependiendo el tamaño o diseño, pero siempre utiliza la misma técnica.
Ya terminadas les da el ultimo retoque con barniz especial para que queden brillosas y con mejor color y
así tengan una mejor presentación con el cliente. Para venderlas, Julián tiene un comprador de un pueblo vecino que se las lleva a la Ciudad de México por pedidos de 15 a 20 canastas, allá él las distribuye principalmente con las florerías y fruterías. También hay personas que le compran una o dos, pero principalmente todas son llevadas a la CDMX.

                      Sala hecha de vara

El señor Julián ha elaborado innumerables tipos de canastas y otras artesanías, desde tortilleros, para el mandado, fruteros, floreros, sillones o hasta salas completas y algunos muebles. Nos dice que hay algunas muy sencillas pero que las más laboriosas son las de dibujo, como él les llama, hay que hacerlas con el diseño que el cliente pida y a veces, según del pedido, pasa hasta doce horas al día elaborándolas, de ahí que su valor también va a variar de acuerdo con el modelo y tamaño. “El precio del material ha subido mucho y por eso le subimos al costo del producto que elaboramos”.
 
Julián nos comenta que los diseños más pedidos son los de tipo maría bonita, los que son para el mandado y las de tipo japonesa, esta última tiene un valor de 250 pesos, un sillón 3 mil 500 y si hablamos de una sala completa, esta tiene un costo de 14 mil pesos. “Si sale, pero hay que invertirle” nos dice Julián, añadiendo que el propósito siempre es recuperar el doble del dinero invertido para así, tener mayores ganancias.

          Canasta tipo japonesa

Como actividad económica no le ha dado un desarrollo más amplio, la mayoría de las canastas que elabora son por pedidos, no tiene un local fijo en donde venda todos los días del año y como se menciona en uno de los párrafos anteriores gran parte de ellas son para un solo mercado, sin embargo, a lo largo de los años, su excelente trabajo le ha dado el reconocimiento de la gente teniendo así cada vez más clientes.
Dentro de su familia Julián tiene tres hermanos que también se dedican a la elaboración de canastas, pero cada uno por cuenta propia, él solo trabaja junto con su esposa, lleva alrededor de 50 años haciendo un trabajo que es arduo, laborioso, cansado, pero que ha sido una de sus principales fuentes de ingresos a lo largo de su vida.

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