El gas licuado de petróleo (LP), que ha dado mucho de qué hablar recientemente, es en realidad un producto de primera necesidad en la mayor parte de los hogares de México y se utiliza principalmente para cocinar, pero en regiones con clima más frío se emplea también para obtener agua caliente en el baño. Es por esto que los aumentos en su precio repercuten directamente en la economía familiar de los mexicanos, lo que en ocasiones lleva a los consumidores a reducir su uso para ahorrar y mantener el abasto del energético para las actividades esenciales donde se usa.
Es en este contexto donde el anuncio de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) del inicio de un sistema para regular los precios máximos de venta del gas LP a partir del pasado 1 de agosto, con actualizaciones regulares para proteger a los consumidores de precios excesivos que puedan imponer los distribuidores de este combustible.
Así, con esta primera lista de tope a los precios, en la CDMX el kilogramo de gas se podrá vender hasta en 21.33 pesos en las distintas alcaldías capitalinas.
Ahora bien, esta medida contribuye a apoyar a las familias que usan este producto, pero hay varias acciones que puedes implementar en tu día a día para que el gas te rinda más y reduzcas lo que gastas en cilindros normalmente, que reunimos en esta lista:
Conoce tu consumo de gas
Estar al tanto de cuánto sueles gastar de gas y tener control de cómo lo usas repercutirá en un ahorro que va del 5 al 10%, ya que los usuarios suelen saber cómo es su gasto comúnmente en electricidad y agua, pero rara vez se tiene un control así del gas.
Evita fugas
El gas LP realmente no tiene un aroma característico al ser inodoro, pero como es muy peligroso si se fuga porque puede ocasionar incendios o explosiones, se incorpora un componente llamado metanotiol que tiene un olor muy molesto y que llama la atención inmediatamente al detectarse y sirve para delatar cuando el gas se está filtrando desde sus conductos y tomar medidas inmediatamente para solucionarlo.
El método más habitual para detectar el punto exacto de la fuga consiste en colocar agua enjabonada donde se tiene la sospecha por el aroma y ver si aparecen pequeñas burbujas. Allí será el punto donde se tiene que reemplazar la tubería o manguera.
Apaga el calentador
Lo mejor es tener tu calentador de agua apagado cuando no se usa y encenderlo sólo cuando vayas a bañarte, o bien dejarlo en modo automático con el piloto encendido, pero para mantener esa flama activa estás gastando gas poco a poco, así que procura dejarlo así sólo en temporadas en que se usa más el agua caliente.
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Dependiendo del clima y de la forma en que lo usas, puedes reducir el gasto hasta en un 30%, considerando que este aparato es uno de los que mayor gasto doméstico generan, que en algunas casas genera el 13% del consumo de energía.
Úsalo a consciencia en la cocina
Usa sartenes y ollas que tengan un diámetro del doble que el del quemador de la estufa y colócalas bien centradas para no desperdiciar el calor. Además, si las tapas durante la cocción puedes reducir hasta a la mitad el tiempo de preparación de los alimentos lo que significa un ahorro de la mitad del gas que empleas.
Hornea con cuidado
Procura no estar abriendo la puerta de tu horno cuando está encendido, pues el calor se escapa y por eso necesita seguir quemando gas para reponer esa pérdida. Si tienes cuidado con eso puedes ahorrar la quinta parte del gasto de gas en cada horneada.
Baños breves
Si ajustas tus hábitos al ducharte para que no duren más de 5 0 6 minutos por ocasión, puedes reducir considerablemente el consumo de gas, pero también de agua. Así que este punto también es muy importante.
Preserva el calor en casa
Si vives en un lugar donde hace mucho frío, ten cuidado de mantener las ventanas y puertas bien cerradas para que el calor del interior no se escape.
Lava tu loza con agua al tiempo
Si usas solamente agua templada al momento de lavar tus trastes verás cómo se reduce el gasto, lo cual también aplica con el lavado de tu ropa. Cada vez que usas el agua caliente para estas actividades se enciende el calentador y quema gas.
Cierra la llave de paso
Si sales de casa por algún tiempo considerable, tener especial cuidado con esto puede ayudarte en caso de una fuga de gas tanto en el aspecto del ahorro como por tu seguridad y el de tu patrimonio.
Báñate cuando haga menos frío
En la temporada de frío, procura tomar tu baño en el momento del día menos fresco, para poder prescindir del agua caliente de un modo que sería más complicado si te bañas muy temprano por la mañana o en la noche.
Para más información sobre este y otros temas visita la sección de Tips de Mi Bolsillo.