Cuidar de tus finanzas personales consiste en administrar a conciencia tus recursos económicos para que cubras tus necesidades en el corto plazo, pero también que tengas un plan en marcha para satisfacer también tus metas más a futuro, por lo que conviene que sepas bien con cuánto dinero cuentas para poder hacer toda la planeación y vivir mejor, olvidándote de las deudas que además de quitarte el sueño, dejan marcas en tu Buró de Crédito que complican tu acceso a nuevos financiamientos.
Para llevar el control tanto de tus gastos en el mes con dinero en efectivo y también con tu tarjeta de crédito, no hay como preparar tu presupuesto para que lleves en orden tus gastos, cubras tus necesidades, te des algunos gustos bien merecidos y hasta te pongas a ahorrar en tu alcancía, dejando atrás las deudas para un historial crediticio impecable y viviendo tus quincenas sin complicaciones. Te decimos cómo conseguirlo, paso a paso.
Cómo organizar mis gastos para crear un presupuesto
El paso inicial consiste en reconocer y sumar tus percepciones, que pueden consistir en ingresos fijos como tu salario, pensión, renta de tus propiedades y cualquier otro que llegue de manera regular para que cuentes con ellos. Identifica además los ingresos variables que incluyen el reparto de utilidades en tu trabajo o negocio, comisiones, horas extra u otros conceptos adicionales que te lleguen, pero de forma no constante, para que sepas con cuánto dinero cuentas en el mes.

Todo eso lo puedes organizar y calcular en una hoja de libreta, y reservar una segunda página para enumerar tus gastos o egresos. Allí puedes incorporar tanto los gastos fijos como los gastos variables, en el mismo sentido que hiciste con tus ingresos, aprende a reconocerlos: los gastos que se repiten mes con mes, como el pago de la hipoteca o alquiler de la casa, la factura de agua, luz, internet y gas entre otros servicios. El transporte para ir al trabajo –ya sea en sistema público o en auto particular, cuesta dinero moverse-, los alimentos del mes y otros conceptos que no se pueden aplazar ni evitar.
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Los gastos por tu educación o el pago de tu plan de telefonía son gastos que se enumerarán en tu lista, y en el caso de los gastos variables, incluyen desde vestido y calzado hasta entretenimiento como salidas a comer, idas al cine o teatro y otros conceptos que no son precisamente indispensables, por lo que en muchos casos representan gastos hormiga que son prescindibles.
Cuando conoces con cuánto dinero dispones en un período como el mes o la quincena, además de los gastos que no puedes hacer esperar, podrás cuidar adónde se dirige cada peso de tu nómina para que se destine en las cosas que consideres importantes en lugar de que se vayan fugando.
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También te sirve para visualizar tus patrones de consumo, y en caso de que quieras hacer una limpia en tus finanzas personales ya tendrás las herramientas para rastrear tus gastos y determines si se trata de un egreso necesario o si puedes recortar ese gasto, para que vayas liberando recursos económicos que puedas aplicar para liquidar tus deudas, cuando determines tu capacidad de pago, o bien convertir ese potencial en tu capacidad de ahorro para que comiences a formar cuanto antes un fondo de emergencia.
Para más información sobre este y otros temas, visita la sección de Créditos de Mi Bolsillo.
Egresado de la Facultad de Estudios Internacionales y Políticas Públicas de la Universidad Autónoma de Sinaloa. Observador del cielo y la naturaleza; aficionado de la música y literatura.