Si en casa ya se te acabaron las ideas de qué comer día tras día, por qué no echar un vistazo a esos platillos que representan a la mesa nacional con todos sus sabores característicos para inspirarte y deleitar diariamente a tu familia con esos alimentos que todo mexicano identifica y disfruta.
Uno de los elementos emblemáticos de la cultura mexicana es su gastronomía tan diversa, que incorpora ingredientes y tradiciones autóctonas con aspectos importados por los españoles que se asentaron en el territorio y con el tiempo se fundieron en un gran estilo mestizo que conserva características de sus distintos orígenes, lo que la hace tan rica y única.
De esa vasta lista de platos mexicanos, reduciremos a sólo 5 que son de los más reconocibles de la cocina mexicana, dejando a muchísimos otros fuera que bien merecen un lugar especial en toda mesa para, por cuestión de espacio, proceder con la difícil tarea de escoger una pequeña selección –con la excepción de los versátiles tacos, con gran pesar- para antojarte y que te animes a preparar algo fuera de lo cotidiano para celebrar los sabores de México.
Mole
Uno de tantos platillos insignia de México, que no puede faltar en una fiesta como protagonista, pues es uno de los preparados que tienen más variedad según sea la región donde se cocine, con algunas recetas tan complejas que contienen una impresionante cantidad de ingredientes que aportan al resultado final un nivel de sofisticación exquisito.
Es mucho más que una salsa que acompaña a las guarniciones de un plato innegablemente mexicano, es el plato en sí mismo. Y probar cada una de sus versiones es una aventura para el paladar.
Pozole
Otro alimento que se presenta sin falta en una ocasión de fiesta es el pozole, que al día de hoy consiste en un caldo preparado a base de carne de cerdo, pero que tiene una historia mucho más exótica, por decirlo de algún modo.
Su origen es muy antiguo, y las primeras referencias documentales del mismo podemos hallarlas en la enorme obra de Fray Bernardino de Sahagún, Historia general de las cosas de la Nueva España donde se relata la vieja usanza de su preparación, que seguramente desconcertó a su autor cuando lo conoció, pues entonces el pueblo mexica solía cocinar el pozolli con la carne de los prisioneros sacrificados en honor al dios Xipe Tótec.
Actualmente es un delicioso caldo con granos de maíz nixtamalizado y que se acompaña con tostadas de maíz, col y rábanos, además de jugo de limón. Varía mucho con las regiones, habiendo lugares donde se prepara verde y una versión roja.
Cochinita Pibil
Otro preparado con añeja historia, y un origen muy particular, pues es típico de la península de Yucatán. Esto es relevante porque su influencia fue distinta a la del centro del México actual, recibiendo en cambio la influencia de la cultura maya lo cual define profundamente la gastronomía local y que tiene en la cochinita pibil uno de sus exponentes más conocidos.
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Consiste actualmente en una mezcla de herencias culturales, teniendo por elementos centrales la carne de puerco que se adoba con achiote y envuelta en hojas de plátano. La forma tradicional de cocinarla era en un hoyo en el suelo, que contenía piedras calientes. Esto explica el nombre “pibil”, que era la palabra maya para “bajo la tierra” que era la costumbre de cavar los hornos en la tierra para los alimentos de grandes celebraciones prehispánicas.
Chiles en Nogada
Aunque su origen exacto es incierto, algunas versiones sobre la creación de este plato sumamente representativo de la cocina mexicana y que es de los más llamativos apuntan a la época del primer Imperio Mexicano, pues hay referencias de su existencia en 1821. Se cuenta que en el Convento de Santa Mónica las monjas agustinas lo inventaron para sorprender a don Agustín de Iturbide con una receta que tuviera los colores de la bandera que él mismo impuso con su Ejército Trigarante.
Barbacoa
Siguiendo la tradición maya, la barbacoa sigue la usanza de cocinarse dentro de un hoyo en la tierra que se calentaba con brasas que se cubrían con piedras para formar una especie de horno al nivel del piso. Encima de esas piedras se colocaban las carnes preparadas y envueltas en hojas de plátano o en maguey para dejarse cocinando por un largo tiempo, cuya espera valía la pena y a la fecha de hoy es otro de los favoritos mexicanos.
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